El juego y los juguetes

Autor: Chicos en vacaciones

Jugar por jugar

Pedagogos y psicólogos coinciden en señalar que el juego es la ocupación por excelencia de los niños, actividad que no busca un objetivo en sí, sino que tiene su fin en sí misma. También, numerosos estudios en torno al juego en los animales, sugieren que constituye una preparación para las actividades adultas de la especie, aunque el juego humano tiene características que lo hacen único.

El juego favorece el desarrollo psicomotor, neurológico, intelectual, afectivo y social; varía según la etapa en la que se encuentra la persona y se prolonga hasta la vejez. Ninguna otra especie del planeta mantiene su actividad lúdica en su adultez ni juega con otras especies.

Desde 1989 también es un derecho, establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño; en su artículo 31 expresa: “1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes. 2. Los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento”.

Los padres, mejor que nadie, conocen a sus hijos y sus preferencias de juego en cada etapa. Queremos ofrecer esta guía no como referencia experta, sino como sugerencias para acompañar el crecimiento desde lo lúdico. Diferenciamos las etapas según los estadios de Jean Piaget.

Contenidos


Período sensorio-motor (0 a 2 años)

Imágenes de juegos y juguetes para bebés, período sensoriomotor, Piaget

El mayor ritmo de crecimiento del ser humano se produce en los primeros años de vida (Tonucci, F.). Por eso verás que esta sección es extensa. La actividad lúdica no tiene inicio preciso. Algunos pedagogos la sitúan alrededor del cuarto mes, cuando el niño comienza a repetir movimientos y acciones por puro placer.

Hitos del desarrollo por edad:

0-1 mes:

Conductas automáticas basadas en los reflejos del recién nacido.

1-4 meses:

El reflejo de succión se aplica a cualquier objeto que está a su alcance. Afianza el control de su cabeza. Coordina la visión con el movimiento y la audición con la visión. Puede cambiar de posición boca arriba a boca abajo y viceversa. Sigue con la mirada el movimiento de un objeto llamativo o persona. Mueve los brazos y piernas como ejercicio y para expresar emociones. Gesticula, responde a la voz de los padres y a sonidos del ambiente. Hacia el cuarto mes juega con sus brazos y pies.

4-8 meses:

Interés hacia el mundo exterior. Mejor control de la prensión. Toma objetos y los mueve, los acerca, aleja, y produce nuevas experiencias en base a la repetición de conductas espontáneas. Lleva los objetos a la boca para conocerlos. El pañal de tela, trozo de sábana o manta que chupa representa a la madre (Aberastury, A.). La posición del tronco se mantiene firme. Aprende a sentarse. Emite sonidos en forma espontánea y como respuesta a emociones. Muerde los juguetes (6-7 mes: dentición), aprende a agarrar la mamadera y beber solo. Toca, acaricia, pega. Explora la cara de los padres cuando lo levantan. La necesidad de explorar el mundo circundante lo impulsará a gatear.

8-12 meses:

Tira los objetos y los vuelve a agarrar, si están a su alcance. De esta manera elabora la pérdida. Ese aparecer/desaparecer de la madre (Aberastury, A.). La pinza dedo-pulgar se ejercita con mayor precisión. Agarra objetos pequeños. Manipula los objetos que tiene a su alcance. Da, recibe, sacude, mueve. Ríe si le hacen cosquillas. Muestra sus emociones. El control postural avanza hacia la posición de pie. Primeros pasos. Búsqueda de objetivos (alcanzar un juguete, llegar a un lugar, etc.).

12-18 meses:

Se afianza la postura y el andar. Siente mayor libertad para explorar y experimentar. Abandona el gateo. Salta, gira, cambia de marcha, se detiene. Mejora la motricidad fina (ej. se lleva la cuchara a la boca con mayor precisión). Entiende instrucciones. Demuestra sus emociones.

18-24 meses:

Comienza a simbolizar los objetos del mundo exterior en representaciones mentales (Vergara, C.). Dice sus primeras palabras. Enfatiza verbos y sustantivos. Luego articula oraciones cortas con sujeto y predicado. Hacia el final de esta etapa el niño está preparado para controlar sus esfínteres. Se producen los primeros berrinches.

Juegos y juguetes del período sensorio-motor

0-1 mes:

Todavía no hay juego, pero sí hay una necesidad de contacto estrecho con la madre o la persona que cumple ese rol, el habla (fundamental). Los cuneros colgantes pueden proporcionar las primeras impresiones de música y movimiento.

1-4 meses:

Cuneros colgantes, con o sin música, cuneros con manijas que se puedan agarrar fácilmente, sonajeros (primer instrumento musical por excelencia). Alfombra de aprendizaje o ejercicio (para posición boca arriba). O extender una manta en el piso para colocarlo en posición boca abajo con sus juguetes al alcance (hacia los 4 meses o cuando controle la cabeza), por unos minutos. Las hamacas automáticas pueden ser una buena opción en esta etapa. Los juguetes deben ser de colores vivos y no tóxicos. Todo lo lleva a la boca.

4-8 meses:

Comienza la actividad lúdica. Los mordillos resultarán imprescindibles con la salida de los primeros dientes (aprox. 6 meses). Comienza el gorjeo que luego dará lugar al silabeo. Le atraen los juguetes con chifles y sonidos y de colores brillantes, que puedan ser llevados a la boca y de fácil agarre; globos; muñecos, libros de tela, juguetes colgantes para la cuna y cochecito, con o sin música o sonidos. Canciones y juegos de imitación de movimientos de manos; hamacas especiales para la edad o juegos de balanceo. Primeros juegos de ocultar/mostrar (o escondida). Colocar al niño sobre una manta en posición sentado (cuando ya mantiene su tronco firme) con sus juguetes preferidos al alcance por unos minutos al día. Con el gateo se abre un mundo de exploración y posibilidades.

8-12 meses:

Uso de pelotas para juegos de tirar y agarrar con un adulto, en posición sentado. Los juegos motores son los que más disfruta. Cubos o formas apilables, de madera o de colores vívidos, aptos para llevarse a la boca. Juguetes con sonidos y luces, más elaborados (mover palancas, arrastrar y soltar). Pronos, laberintos, juegos de recorridos, juguetes de encastre sencillos. Instrumentos musicales. Muñecas/os que se pueda llevar a la boca. Peluches sin partes que se desprendan ni materiales peligrosos. Canciones con gestos y movimientos de manos, ej. aplausos. Juegos de esconder/mostrar objetos. Calesitas, hamacas, toboganes pequeños (agarrado por un adulto). Libros de tapa dura. Pelotas. Globos. Juguetes para la hora del baño. Espejo, primero con un adulto, luego el niño se reconoce solo y aprende a interactuar con su reflejo. El gateo y su necesidad de explorar, lleva poco a poco a que trate de levantarse apoyándose en muebles y objetos. El uso de andadores y caminadoras está desaconsejado por los traumatólogos debido a que impulsa el uso de una función corporal para la que el niño aún no está preparado.

12-18 meses:

Para acompañar la marcha, juguetes de arrastre, les encanta. Rompecabezas de formas de diferentes colores. Juguetes de encastre de formas. Juegos de movimiento: correr, saltar, trotar, escondidas, tobogán, hamaca, soga, pelota, natación (si aprendió de bebé o si se quiere empezar con juegos predeportivos). Triciclos adaptados para la edad. Bloques grandes, apilables (baldes, cubos, etc.). Crayones gruesos para pintar, y masa aptos para la edad (no tóxicos).

18-24 meses:

El juego de trasvasar líquidos o sólidos entre distintos recipientes manifiesta la preparación para el control de esfínteres (Aberastury, A.). Balde, pala y arena estimularán esta función al igual que la construcción de objetos con bloques grandes y medianos. La masa, con sus implementos, es otra opción. A los juguetes anteriores se suman rompecabezas (desde 2-4 piezas en adelante) y muñecos y juguetes para el “como si” (juegos de imitación de los adultos), ej.: celular, cocina, mercado, doctor, entre los que vimos en jugueterías, y también disfraces (puede ser una prenda de mamá o papá). Este tipo de juego, simbólico, tendrá su máxima expresión en la etapa siguiente.

“Las heces y orina que elabora su cuerpo le van dando modelos fantaseados de lo que es la concepción. Entran alimentos por su boca, pasan a través del cuerpo y salen transformados; los sólidos, susceptibles de originar formas, se transforman en el símbolo de su capacidad creadora. El niño ama y teme las sustancias que salen de su cuerpo, pero ya que éstas están condenadas a desaparecer debido a las prohibiciones del adulto, el niño busca en el agua, la tierra y la arena los sustitutos permitidos de las heces y la orina. De este modo, el agua, la tierra y la arena pasarán del estado puro de sustancias para adquirir aspecto de objetos. Serán niños, castillos, animales salvajes, mangueras para apagar incendios, líquidos con poderes mágicos. Más tarde, el adulto le ofrecerá una sustancia, la plastilina, con la que podrá modelar objetos. Su vientre fecundo y el de la madre irán tomando el primer plano. La fecundidad, consecuencia de la unión, comienza a interesarle. Aparecen los tambores, los globos y las pelotas como juguetes predilectos, que simbolizan el vientre fecundo”.

Arminda Aberastury. El niño y sus juegos.


Juego simbólico (2 a 7 años) - Período pre-operatorio

Imágenes de juegos y juguetes para niños, período preoperatorio, juego simbólico

Entre los 2 y 6-7 años, con la adquisición del lenguaje y la función de representación (asociar imágenes y palabras en forma mental), se despliega la función simbólica. En el juego se manifiesta en el “como si”: el niño imita a los adultos y reproduce escenas de la vida de su entorno y experimenta con cosas que le serán útiles en su vida en sociedad. Implícitos en estas escenas se hallan todos sus deseos y frustraciones, que elabora en una acción que puede representar y modelar a su antojo.

Durante un lapso de tiempo, continuará la actividad lúdica individual simbólica o con juguetes, para llegar, al final de esta etapa, a incorporar juegos con reglas.

Para el “como si” utilizará los objetos y juguetes cotidianos. Armará estacionamientos con bloques para guardar autitos, creará muñecos o masitas de plastilina o masa, utilizará disfraces, el palo del escobillón será un caballito, paseará su muñeca en una silla a modo de cochecito o la acunará o la alimentará, jugará al supermercado con envases vacíos. Los juegos de la plaza ofrecerán gran diversión, al igual que las calesitas. Correr, saltar, trotar, trepar. Los dibujos poco a poco tendrán formas reconocibles, contará cuentos sobre ellos. Los libros y revistas con imágenes serán un recurso para elaborar su propia historia, además de la narración escrita que leerán los padres. Pasará de libros de tapa dura a tapa blanda, y los que son para pintar le permitirá conocer los límites del espacio de relleno (hacia el final de la etapa).

Los juguetes se diversificarán, de acuerdo a sus intereses. Aunque no requerirá sofisticación para jugar.

Hacia los cuatro o cinco años aparecerán los juegos turbulentos (saltos, carreras, empujones, huidas, golpes, peleas) y poco a poco se integrarán a los juegos simbólicos y más adelante, reglados. Algunos serán luego juegos predeportivos o deportes.

Los juegos de construcción precisan de un modelo mental y su complejidad estará determinada por el desarrollo cognitivo, motor y nivel de habilidad del niño. Estos juegos favorecen la adquisición de muchas capacidades como planificación, ejecución, representación. Un juego de construcción característico de esta etapa es el balde, pala y arena, o la masa. También se incluyen los bloques, de plástico (encastrables/apilables) o madera.

"El crecimiento, el desarrollo más fuerte, más importante de toda la vida ocurre en las primeras horas, días meses y años de vida. Nunca tendremos un desarrollo tan fuerte como en los primeros 5-6 años de vida a lo largo de toda la vida. Esto nos explicaron los maestros del siglo pasado, de Freud, Piaget, Vigostky, Brunner, esto confirman hoy las investigaciones de las neurociencias. Y si es así, tenemos que pensar que la edad de la infancia es la edad privilegiada, más importante, porque allí se ponen los cimientos sobre los cuales se va a construir a lo largo de toda la vida. Si no hay buenos cimientos, no se construye. Pero los cimientos tienen un problema: no se ven. [...] Y los padres y los adultos que rodean los niños en estos primeros momentos de la vida casi siempre no tienen conciencia de lo importante que están viviendo los niños". Francesco Tonucci en Seminario Internacional de Primera infancia.


Período de las operaciones concretas (7 a 11 años)

Imágenes de juegos y juguetes para niños, período operaciones concretas

A partir de los seis o siete años el niño participa de juegos con reglas que los regulan y se practican con otros niños.

La variedad de juegos y juguetes se expande. Hacen su aparición los juegos de mesa y rompecabezas más complejos (de acuerdo a experiencias anteriores), juguetes de enhebrado (favorecen la motricidad fina de acuerdo al material y estimulan la creatividad).

Lotería, ludo, oca, dominó, ajedrez, backgamon, cartas, generala, memotest, fútbol, quemado, vóley, tenis, ping pong, juegos deportivos en general, escondidas, mancha, constituyen algunos juegos reglados con los que se inicia la etapa. La complejización de los juegos estará correlacionada con su maduración y destreza motora y cognitiva.

Los juegos on-line/apps y de la play, el uso de tablets pueden favorecer o enlentecer la adquisición de determinadas habilidades como la atención, concentración, desarrollo cognitivo, afectivo y social. Es una decisión familiar. No hay un criterio unificado para determinar la cantidad de horas de juegos virtuales. Algunos especialistas (Lic. Losada, A. V.) recomiendan esperar a los 10 años para permitir el acceso a un dispositivo y con presencia del adulto. Al igual que con el juego fuera de la casa, en la Web o en los juegos multijugador se trata de proteger al niño del acoso, la pornografía y la violencia.

A mediados de esta etapa comienza la pre-pubertad. Los niños tienden a agruparse por género. De a poco las preferencias lúdicas se transforman, junto con los cambios corporales y psíquicos que se completarán cerca de los veinte años para algunos, o veinticinco desde el punto de vista neurológico, para otros.

“La curiosidad por el conocimiento es la continuación de la curiosidad que sintieran por el mundo circundante hasta los cinco o seis años. Con el aprendizaje escolar aparecen nuevos juegos en los que se combinan las capacidades intelectuales con el azar”.

Arminda Aberastury. El niño y sus juegos.


Período de las operaciones formales (11 a 15 años) - Adolescencia - Juventud

Imágenes de juegos y juguetes para niños, período de las operaciones formales, adolescencia

A partir de los 11-12 años, y desde el punto de vista epistemológico (Piaget, J.), el niño adquiere la capacidad de revertir una operación. Es decir, llegar a un estado final, y volver sobre los pasos para recuperar el estado inicial.

Si bien todo dependerá de los gustos del grupo familiar y el adolescente en particular, suele disfrutar de juegos de lógica, estrategia, juegos con reglas más elaboradas.

La pre-pubertad, que habrá dado inicio en la etapa anterior (en las niñas), llega a completarse. Se produce un duelo por el cuerpo de niño, su rol e identidad infantil y por la imagen interna de los padres de la infancia.

Las niñas se desarrollan en promedio, uno o dos años antes que los varones. El nuevo cuerpo va a requerir una nueva interiorización de sus proporciones. Aparece la rebeldía, necesidad de autoafirmación. Y la alteración de los estados de ánimo.

Los intereses cambian de rumbo, se diversifican o se intensifican.

Además de los juegos intelectuales, el adolescente encuentra placer en juegos de construcción sofisticados, como objetos a escala, o creativos. La escritura tendrá su medio de expresión en blogs, videoblogs o podcasts. Música y adolescencia van de la mano. Ejecutar un instrumento musical o practicar una danza constituye un juego estimulante al tiempo que una manera de relacionarse con el mundo. De igual manera sucede con el dibujo y la pintura y la participación en talleres de teatro.

La función simbólica, (Aberastury, A.) “impone un desprendimiento: abandonar la solución del ‘como si’ del juego y del aprendizaje, para enfrentar el ‘si’ y el ‘no’ de la realidad activa que tiene en sus manos”.

Los juegos de ejercicio, ya convertidos en deportes con reglas específicas, pasan a primer plano y se hacen competitivos, en parte pierden su status de juego por diversión.

La pertenencia a un grupo se torna más relevante y será parte de la construcción de su identidad.

Los juegos virtuales, según un estudio de la Asociación Psicológica Americana (APA, 2014), ofrecen beneficios que se adquieren a nivel cognitivo, emocional y en lo referente a competencias sociales. Entre los juegos más destacados por su complejidad y competencia social se destacan: juegos de estrategia (Starcarft II), juegos de puntería (Shooter multijugador), juegos de deportes (Fifa), juegos de pelea (Street Fighter IV), entre otros.

En forma paralela, en la última edición del Manual diagnóstico y estadístico (DSM-5, 2014) se estableció un diagnóstico de adicción a los videojuegos.

Los problemas escolares que se presentan cada vez con más frecuencia y se potencian con el uso de las redes sociales son el cyberacoso y el cyberbullying, que para muchos todavía constituye una "forma de juego" (según encuestas realizadas a victimarios en edad escolar).

“Si en el comienzo de su vida el niño pasó del juego con el cuerpo al juego con objetos, ahora irá abandonando estos objetos para orientarse nuevamente y de un modo definitivo hacia su cuerpo y el de su pareja”.

Arminda Aberastury. El niño y sus juegos.


Juego y discapacidad

El proceso de maduración por el que atraviesa el niño no cambia. Algunos estímulos se podrán reforzar, algunas adquisiciones se demorarán o no se obtendrán, pero, en general, las etapas se mantienen.

Discapacidad visual: Se suele detectar entre el mes 3 y 9 aproximadamente. Juegos período sensorio motor: énfasis en juguetes con sonidos, cuneros, sonajeros, juguetes con chifles. Ejercicios motores para mostrar dónde están las cosas (chupete, mamadera, más adelante sus juguetes favoritos). Intensificación del lenguaje al caminar hacia, desde y alrededor del niño. Juegos táctiles, texturas, juguetes especiales, rompecabezas con formas. La boca seguirá siendo el primer espacio de conocimiento de los objetos.

Discapacidad auditiva: La detección temprana resulta importante para la adquisición del habla y funciones cerebrales superiores. Una vez diagnosticada, se favorecerá el uso de juguetes con colores brillantes y todo lo concerniente a la motricidad y gesticulación (enlace de artículo con ampliación sobre juguetes al pie). La adquisición de una lengua de señas, al tiempo que se juega, resulta importante para su desarrollo. O la implantación coclear.

Discapacidad motora: De acuerdo a las necesidades de cada niño, se tratará de reforzar las funciones no comprometidas mediante el juego, siguiendo las etapas enunciadas.

Discapacidad neurológica: Intelectual: Las funciones cognitivas se adquieren a una edad mayor que el promedio y en muchos casos resulta incompleta y/o conduce a limitaciones en la vida diaria. La edad mental diferirá de la edad cronológica de la persona. Por lo que sus intereses dependerán en gran medida de la etapa madurativa que esté atravesando. Déficit de atención: con o sin hiperactividad, la distracción fácil hará que se pruebe un abanico de actividades para ver cuáles atraen más su atención y tener siempre a mano alternativas de juego. Autismo: requiere un aprendizaje especial por parte de los padres cuando se diagnostica un trastorno autístico (enlace de pautas de juego en el siguiente título: artículos).

"Uno de los elementos que desde el principio son importantes para que en los niños sea posible la gran experiencia del juego es la autonomía, la libertad. [...] El juego es una experiencia muy especial, muy particular, en la cual una persona se pone libremente frente al mundo, recorta un trozo de este mundo y lo transforma en una experiencia aprovechando antes que todo de amigos y amigas porque normalmente se puede hacer también solo pero es una experiencia que se hace juntos y a veces con elementos que son los juguetes. Cuando digo el mundo lo digo en el sentido lleno porque todo lo que no puedo lo invento. (...) ¿Por qué es tan fuerte y vale tanto en la vida de una persona? Porque el motor del juego es el placer. Y el placer es el motor más fuerte que tenemos nosotros los hombres". Entrevista Francesco Tonucci para “Imagine Elephants”.


Selección de artículos sobre el juego:


Bibliografía:

  • Aberastury, A. (1994). El niño y sus juegos. Ed. Paidós, Barcelona. Apunte de cátedra, Prof. Topelberg, Psicomúsica, IES Nº 1 "Alicia Moreau de Justo".
  • Convención sobre los derechos del niño. Unicef. 2006. (Archivo PDF).
  • Delval, J. (1998). El desarrollo humano. Cap. 13. Siglo Veintiuno de España Editores, S.A. Octava edición.
  • Dra. Morduchowicz, R. Los adolescentes y las redes sociales. Cómo orientarlos. En Congreso de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). (Archivo PDF).
  • Gesell, A. (1997). Diagnóstico del desarrollo normal y anormal del niño. Caps. I, II, III. Ed. Paidós, México.
  • Granic, I., Lobel, A., and Engels, R. C. M. E. The Benefits of Playing Video Games. Radboud University Nijmegen. American Psychologist, 2014. Paper en inglés sobre los videojuegos y sus beneficios en el desarrollo de las áreas cognitiva, emocional y social. (Archivo PDF).
  • Jugar como derecho. Buenos Aires Ciudad.
  • Vergara, C. Etapa sensoriomotora. Sitio Actualidad en Psicología. Disponible aquí.

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Elena Navntoft.

Mamá, ex-docente, emprendedora. CABA, Argentina. Creadora y webmaster de Chicos en vacaciones. Opciones de salidas con niños en CABA y alrededores.

Actualización: mayo 2022.